1 de mayo: luchar no es una opción.
En estos tiempos de privatizaciones y desmantelamiento de lo público, luchar no es una opción, si no una necesidad.
5/1/20251 min read
Hoy es 1 de mayo, Día Internacional de las y los Trabajadores. Un día que no es una fiesta, sino un grito colectivo de memoria, de dignidad y de lucha. No celebramos un pasado glorioso, sino que recordamos que cada derecho que hoy tenemos fue conquistado en la calle, con organización, con esfuerzo… y también con represión y sangre obrera.
Pero este 1 de mayo no podemos permitirnos quedarnos en la nostalgia. Porque los ataques a nuestros derechos continúan. Porque mientras unos pocos acumulan una riqueza desmesurada, a la mayoría se nos exige “esfuerzo”, “austeridad” y “sacrificios”. Porque cada recorte en sanidad, educación o dependencia es una agresión directa a nuestras familias.
¿Hasta cuándo vamos a mirar hacia otro lado cuando nuestros mayores tienen que esperar meses para una cita médica? ¿Hasta cuándo vamos a permitir que nuestros jóvenes trabajen por sueldos de miseria o se vean obligados a emigrar? ¿Hasta cuándo vamos a tolerar que la vivienda sea un lujo y no un derecho?
Este 1 de mayo no vale con aplaudir en redes. Es momento de alzar la voz, de salir a la calle, de organizarnos y exigir lo que nos pertenece: servicios públicos fuertes, empleo digno, salarios justos, condiciones laborales decentes y una vida con derechos. Porque no se trata sólo de nosotros y nosotras. Se trata también de quienes vendrán.
La historia lo demuestra: lo que no se defiende, se pierde. Por eso, hoy más que nunca, toca luchar.
Porque sin lucha no hay derechos.
Porque sin derechos no hay justicia.
Y porque sin justicia no hay futuro.